Una de las principales dudas que nos puede surgir a la hora de querer cambiar o mejorar nuestra alimentación es no saber por dónde empezar y qué camino a seguir. Internet y las redes sociales han hecho que seamos bombardeados constantemente con información sobre dietas y nutrición, lo que nos ha llevado a mucha confusión y desinformación.
Aunque delegar este proceso en un dietista-nutricionista seguramente sea la mejor opción y la más eficiente, siempre podemos comenzar realizando pequeños cambios por nuestra cuenta.
En este artículo vamos a ver los 8 pasos más importantes que debemos tener en cuenta para empezar a llevar una alimentación saludable.
¡Vamos a ello!
1. Identifica qué cambios son necesarios en tu alimentación
De vital importancia será́ que, en primer lugar, realices un análisis profundo de tu dieta para identificar qué podrías mejorar. Seguro que hay algunas cosas que no estás haciendo bien y que podrías mejorar En este sentido, es recomendable que consultes con un dietista-nutricionista para obtener un asesoramiento personalizado y lograr tus objetivos. Una vez hayas determinado qué cambios son necesarios, es hora de ponerse manos a la obra.
2. Introduce pequeños cambios de manera gradual
Aunque llevar una alimentación saludable pueda parecer sencillo, en realidad es más complicado de lo que crees. No te obsesiones con adelgazar o ganar músculo en dos días, tómatelo con calma y ve paso a paso. Es recomendable establecer objetivos a corto y mediano plazo para poder ir avanzando de manera constante, paso a paso, disfrutando del proceso.
3. Toma más frutas y verduras
o ideal sería comer 5 raciones al día, ¡pero si no estás acostumbrado, ve poco a poco! Empieza por dos al día e intenta probar cosas nuevas. Las frutas y verduras son súper importantes porque te dan las vitaminas y minerales que necesitas para estar en forma y la fibra que te ayuda a mantener una buena salud intestinal.
4. Introduce alimentos ricos en proteína en cada comida
Asegúrate de tomar proteína (huevos, pollo, pescados o legumbres) en cada comida ya que nos asegura una buena salud a nivel dietético. No todo es comer fruta y verdura, ¡también necesitas proteína para estar en forma! La proteína es fundamental para que nuestro sistema inmunitario, hormonal y muscular funcione bien, así que asegúrate de ingerirla en cada comida.
5. No le tengas miedo a los carbohidratos
Cierto es que existen muchos mitos sobre los carbohidratos; como que la pasta y el pan engordan y, la realidad es que, aunque nuestro cuerpo puede llegar a vivir sin ellos, los hidratos de carbonos son básicos en cualquier dieta equilibrada.
Muchos alimentos que son indispensables en una dieta saludable, como las frutas y verduras, tienen como base los carbohidratos. Otros como, las legumbres, las patatas y el arroz también pueden ser excelentes opciones alimenticias. La clave está en ajustar las proporciones de carbohidratos según tus objetivos. Si buscas perder peso, disminuir el consumo de alimentos ricos en carbohidratos puede ser beneficioso. Por el contrario, si deseas ganar masa muscular, aumentar el consumo de carbohidratos te ayudará a aumentar de peso y a mejorar tu rendimiento deportivo.
6. Elige grasas de calidad
Las grasas son esenciales para nuestra supervivencia, por lo que no te preocupes demasiado por eliminarlas por completo de tu dieta. Lo que es importante es aprender a diferenciar entre los diferentes tipos de grasas, ya que algunas son más saludables que otras. Aunque todas son necesarias en cantidades adecuadas, es recomendable priorizar las grasas buenas, como las presentes en el aceite de oliva o el aguacate, y evitar las grasas perjudiciales, como las que se encuentran en los alimentos fritos.
7. Reduce la cantidad de refrescos y alcohol que consumes
Si buscas cuidar tu salud, te recomendamos que empieces a reducir la cantidad de refrescos y alcohol que consumes. El problema es que estas bebidas son muy populares en nuestra sociedad y mucha gente las consume en exceso. Tanto el alcohol como las bebidas azucaradas proporcionan «calorías vacías», lo que significa que no ofrecen nutrientes valiosos para tu cuerpo.
Bebe agua: es la mejor opción para mantenerte hidratado y saludable. Guarda estas bebidas para ocasiones especiales y disfrútalas en cantidades moderadas. Te aseguramos que te sentirás mejor y podrás disfrutarlas al máximo.
8. Por último y no menos importante: ¡Olvídate de la comida rápida y aprende a cocinar!
Si quieres asegurarte de que estás comiendo de manera saludable, cocinar tus propias comidas es una excelente opción. Al hacerlo, tienes un mayor control sobre los ingredientes que utilizas y puedes evitar los aditivos y conservantes que a menudo se encuentran en los alimentos procesados. Además, cocinar puede ser una actividad muy agradable y relajante.
Si eres nuevo en la cocina, no te preocupes. Puedes empezar con recetas sencillas y deliciosas para ir ganando confianza. Con el tiempo, puedes ir experimentando con nuevos ingredientes y crear tus propias recetas. ¡No te arrepentirás!
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