¿Alguna vez te ha frustrado no encontrar la zapatilla idónea para entrenar o salir a correr?
¿Alguna vez has sentido que tu calzado te comprimía el pie en exceso, o por el contrario te quedaba demasiado holgado y no sentías sujeción?
¿Sientes que tu pie con el paso del tiempo ha pasado a ser prácticamente un bloque fijo inmóvil en el que apenas tienes sensibilidad?
¿Has sentido molestia o dolencia en tus articulaciones por culpa de tu pisada?
Si es así, tranquilo, no eres el único y es mucho más frecuente de lo que crees. Pero tenemos la solución. Desde K·MT Studio abogamos siempre por un entrenamiento integral y minimalista donde despertemos y desarrollemos la propiocepción natural de nuestro cuerpo y utilicemos el mayor uso de musculatura posible.
Consideramos el entrenamiento descalzo, o al menos con calcetines a modo de iniciación, como una alternativa altamente efectiva y saludable para mejorar nuestra salud postural, sensibilidad motriz, sentido del equilibrio y activación de nuestra zona media (core) a la hora de aplicar palancas de fuerza.
Conoce algunos de los beneficios de entrenar sin calzado:
La gran mayoría de las veces elegimos nuestro calzado por su diseño o moda, pero no atendemos realmente a sus prestaciones. Lamentablemente, la realidad es que gran parte del calzado deportivo no se ajusta de forma óptima a nuestro pie ni aporta la suficiente libertad de movimiento.
Esto hace que modifiquemos nuestras pisadas y compensamos esa falta de movimiento llevando la carga con movimientos algo más forzados a nuestras rodillas, caderas o columna (por lo que si sufres de éstas, revisa cómo es tu pisada y la articulación de tu tobillo). Este gesto continuado puede provocarnos ciertas molestias, dolencias, etc.
Entrenar descalzo nos permite cargar el pie de manera natural y mejorar nuestra pisada, la cual es nuestra base para iniciar todo nuestro movimiento con una cadena cinética correcta.
La explicación es sencilla, el calzado suple toda acción muscular de nuestro tobillo-rodilla-cadera-core aportando una base compacta. El uso continuado del calzado hace que nuestra musculatura propioceptiva y estabilizadora no trabaje y quede “más dormida”.
Por lo tanto, entrenar descalzo fortalecerá tu equilibrio y tu conciencia corporal y te sentirás mucho más competente motrizmente, verás cómo tu higiene postural cambia por completo.
Sólo en nuestro pie intervienen alrededor de 20 músculos para su movimiento con su correspondiente multitud de huesos, articulaciones y tendones. Debido al calzado y al paso del tiempo nuestros pies se han vuelto cada vez menos móviles y flexibles.
Esta manera de entrenar descalzo re-educará nuestra pisada e higiene postural, y, por tanto, ayudará a activar y reclutar mucho mejor nuestras palancas de fuerza aportando firmeza y estabilidad a nuestros tobillos y centro de gravedad (core).
Siempre que puedas y la disciplina deportiva te lo permita, trata de entrenar descalzo, en calcetines, o en su defecto, con el calzado más minimalista que conozcas.
Esperamos que te sirva esta información y la utilices a tu favor.
Si quieres ponerte en forma de la mano de profesionales, contacta con nosotros y te ayudaremos a hacer tu vida más saludable y enérgica.