Desmontando mitos
¿Consideras tener ciertos prejuicios o ciertas ideas negativas sobre el mundo de los hierros y la fuerza? Es normal, no te preocupes, no eres el único. En este blog vamos a tratar de demostrarte los múltiples beneficios que posee el entrenamiento de fuerza y, de paso, desmontar alguno de los mitos creados sobre el mundo de los hierros.
La ciencia del deporte, el estudio del entrenamiento y su correspondiente análisis es de las ciencias más nuevas y modernas actuales. Está continuamente renovándose y descubriéndose nuevos hallazgos mediante estudios. Por lo que es comprensible que hayamos adquirido, sin tener mucha idea sobre el tema, ciertas creencias al respecto.
A continuación, hemos seleccionado algunos de los mitos o falsas creencias más generales que más escuchamos en K·MT Studio:
Mito por excelencia donde los haya. El ejercicio no afecta a la altura. Lo que determinará nuestra altura será el componente genético que tengamos. Si los niñ@s tienen unos adecuados niveles de nutrición y descanso, esto jamás ocurrirá y seguirán con su desarrollo fisiológico natural.
De hecho, estudios longitudinales nos demuestran que aquellos niñ@s que realizaron un trabajo de fuerza tienen un mejor y mayor desarrollo corporal. Es decir, son más altos y pesados (con un mayor tono óseo y muscular). La explicación se debe fundamentalmente a que todo niñ@/adolescente que practica algún tipo de deporte normalmente tiende a nutrirse y descansar mejor, ya que el ejercicio es un hábito roca que afecta positivamente a otros hábitos o rutinas que incorporamos en nuestra vida.
En definitiva, un adecuado plan de entrenamiento de fuerza en niñ@s les ayudará a optimizar la acumulación de minerales en los huesos; mejorará su coordinación neuromotriz y les permitirá asentar las bases de acondicionamiento físico para transferir a cualquier disciplina deportiva.
En primer lugar, es importante recordar lo condicionada que está la sociedad en general con los cánones de belleza que inundan la publicidad en revistas, televisión, redes sociales, etc…, cuerpos irreales que muchas veces abusan de ayudas exógenas (esteroides) para masificar e hiperdesarrollar la musculatura. Y esto no es salud en absoluto, es alejarse de ella y buscar un rendimiento extremo.
En segundo lugar, para que exista un verdadero trabajo de desarrollo muscular es necesario que nos encontremos en un superávit calórico (ingerir más calorías de las que gastamos en nuestro día) de manera muy constante y prolongada en el tiempo con un alto esfuerzo y sacrificio.
Podrás levantar mucho peso, pero para aumentar de volumen corporal, lo verdaderamente determinante será una óptima combinación de entrenamiento y hábitos nutricionales.
Se suele tener esta creencia cuando vemos una persona fuerte y creemos que su flexibilidad es limitada. Solemos asociar musculatura con rigidez y esto no es del todo así.
Esto simplemente se debe a un continuo trabajo incorrecto y prolongado en el tiempo en la ejecución de los ejercicios. Lo correcto sería ir trabajando los ejercicios con una correcta distribución muscular combinada con un rango completo de movimiento. Lo que conseguiremos será que el trabajo de fuerza sea tu mejor amigo para ganar movilidad y flexibilidad. Todo ello ayudará a mejorar con crecer tu higiene postural y motriz.
Con un correcto plan de entrenamiento, y distribución de las cargas y descargas de trabajo lo que precisamente conseguirás será volverte físicamente más fuerte, más enérgico y alejado de las lesiones; ya que tu musculatura y articulaciones (ligamentos, huesos y tendones) estarán mucho más preparados y fortalecidos para afrontar tu día a día.
Éste es uno de los mayores prejuicios que, sin duda, más daño ha hecho a las mujeres. Afortunadamente este hecho está cambiando y cada vez hay más mujeres concienciadas con el enorme beneficio que les supone entrenar fuerza.
Repetimos de nuevo, nadie crece de la noche a la mañana solo por tocar una mancuerna. Requiere tiempo, alto esfuerzo y un importante superávit calórico.
Por si fuera poco, si ya a los hombres les cuesta un alto esfuerzo ganar masa muscular, a las mujeres les es aún más difícil, ya que poseen menos niveles de testosterona y hormonas de crecimiento que los hombres.
Pero lo que sí que es cierto, es que les ayudará a combatir su porcentaje graso (más alto que en hombres genéticamente) al realizar un trabajo muscular con alto desgaste físico que moldeará y levantará su figura; ya que su tono muscular se verá mucho más estimulado que simplemente hacer cardio suave donde la musculatura apenas se enterará de que existe; el trabajo de fuerza les empoderará y ayudará a ganar en confianza y vitalidad.
Éste es uno de los mitos más locos e ilógicos dentro del mundo de la fuerza. Esto básicamente es literalmente imposible. El músculo no puede transformarse en ninguna otra cosa, ya que músculo y grasa son tejidos completamente distintos.
Lo que hace que tengas sobrepeso u obesidad después de haber pasado un periodo de actividad deportiva es básicamente tu nueva vuelta a hábitos poco saludables: Poco movimiento, dieta alta en grasas saturadas y comida rápida, malos hábitos de descanso, fumar, beber, entorno social, etc.
Cuando nuestro objetivo es adelgazar, lo primero que debemos tener presente es que debemos estar en déficit calórico (gastar más calorías de las que consumimos al día); por lo que tanto el cardio como el trabajo de fuerza son herramientas idóneas para generar ese gasto calórico. Ambas opciones son excelentes: Una de ellas trabaja, principalmente, nuestra capacidad pulmonar, y la otra nuestro tono muscular y la capacidad de vencer cargas con nuestro cuerpo.